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Sacralizar la experiencia a través del arte

Por

Luján Baudino, historiadora de arte

Silvina Faga, 1975, artista. 


El discurso de la obra de Silvina Faga, como el arte requiere, se despliega a través del tiempo: de la pintura tradicional pasa por el sumi-e y se vuelve pieza de raku y muchos otros objetos: la obra de Silvina es diversa y plurisémica, llegando hoy a ser la presentación de las energías vitales, abriendo la sensibilidad de su mirada, dejando una huella sutil que no impone un significado sino que propone un universo de interpretaciones. 

La obra de Silvina valora la transformación del tiempo y de los ritmos naturales, es una obra que enaltece a la vida en sí misma.

Su desarrollo artístico es parte de su práctica espiritual. La integración de arte y vida llevan a Silvina a una conciencia de sí como una obra sistémica en la que todos los aspectos son parte de una armonía interna que se expresa hacia el exterior. 

La meditación como forma de enlace con un estado superior del ser será el principal elemento integrador a lo largo de su vida artística. Así como su interés en la nutrición, la botánica, las plantas medicinales son parte de un mismo sentido: que la experiencia se enriquezca, que podamos cuidar, que podamos respetar y sobre todo ser conscientes. 

Silvina incorpora la maternidad a su obra: madre de tres hijos, quienes serán su foco de atención primordial, a través de su forma de educarlos, sus valores y gran sentido común le permitirán adaptarse sin dejar de crear a pesar de no poder trabajar algunas técnicas en las etapas tempranas. Así, irá aprendiendo oficios y saberes compatibles con la maternidad que aumenten su comprensión y le permitan seguir evolucionando en su lenguaje. Irá recorriendo a través del arte una búsqueda interior, con la conciencia de que el arte es un medio para mostrar las verdades de su espíritu.

Las formas creadas se transforman en ritos, donde el alma y el cuerpo se encuentran dispuestos a experimentar el presente a través del arte como un modo de vida, una manera de habitar la infinidad de la existencia de nuestro espíritu a través de la belleza.


 © 2025 - Silvina Faga

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